El reciclaje laboral o reskilling y upskilling, se está convirtiendo en una estrategia cada vez más común y se ha vuelto fundamental para la sostenibilidad y competitividad laboral, siendo esencial tanto para los trabajadores que buscan mantenerse en sus campos laborales, como para las organizaciones que quieren adaptarse y prosperar en un entorno en constante evolución.

El upskilling, implica el logro de nuevas habilidades dentro del mismo campo laboral. Este proceso requiere mejorar continuamente las competencias ya adquiridas para enfrentar las nuevas exigencias tecnológicas y metodológicas. Por ejemplo, un contador puede capacitarse en nuevas herramientas de software financiero o normativas fiscales para mejorar su desempeño laboral.

Por otro lado, el reskilling se refiere a adquirir habilidades completamente nuevas para desempeñar un rol distinto al actual. Este enfoque es especialmente relevante en industrias donde ciertos trabajos se vuelven obsoletos debido a la automatización o cambios en el mercado. Por ejemplo, un trabajador de una fábrica podría capacitarse en programación para desempeñarse en un nuevo rol en el área de informática.

Pero, ¿Cuál es la importancia del reciclaje profesional?

Con la creciente automatización, digitalización y la llegada de la Inteligencia Artificial, muchas tareas rutinarias están siendo reemplazadas por tecnología. El upskilling permite a los trabajadores mantenerse actualizados, mientras que el reskilling abre nuevas oportunidades laborales en áreas donde la automatización es menos probable.

Capacitarse en nuevas habilidades puede reducir el desempleo al permitir que los trabajadores que han sido desplazados por la tecnología estén capacitados para asumir nuevos roles. Esta evolución tecnológica ha generado nuevas profesiones y roles que pueden ser ocupados por los trabajadores actuales, siempre que reciban una adecuada capacitación o reskilling.

Los trabajadores que se han actualizado pueden también cumplir con sus tareas de manera más eficiente y efectiva, lo que a su vez mejora la productividad y competitividad de las empresas.

Sin embargo, a pesar de sus beneficios, la implementación efectiva del upskilling y el reskilling enfrenta varios desafíos:

  • Resistencia al Cambio: Algunos trabajadores pueden resistirse a aprender nuevas habilidades debido a la falta de confianza o miedo al cambio.
  • Costo y Tiempo: La capacitación puede ser costosa y requerir tiempo, lo que puede ser una barrera tanto para los trabajadores como para los jefes.
  • Identificación de Necesidades: Determinar qué habilidades serán necesarias en el futuro y cómo prepararse adecuadamente puede ser complicado en un entorno tan dinámico.

Debemos tener en cuenta que el upskilling y reskilling no son una tendencia pasajera, sino estrategias esenciales para desenvolverse en un mundo laboral en constante transformación. Al invertir en el desarrollo continuo de habilidades, tanto las personas como las empresas pueden asegurar el éxito a largo plazo. Adaptarse a estos cambios no solo es beneficioso, sino necesario para prosperar en la era digital.

Capacitarse en nuevas habilidades y conocimientos impulsa el desarrollo individual. Las personas en las organizaciones necesitan sentir que están aprendiendo y desarrollándose, esto está conectado con el área reflexiva del cerebro, lo que influye directamente en el compromiso del trabajador con su marca empleadora.

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