Por Pamela Teutsch Ortlieb, Directora Ejecutiva Beside Consultores®, en colaboración con The Happiness Index©.
Estamos acostumbrados a hablar de engagement en las organizaciones. Es una de las mediciones más frecuentes y con justa razón. El engagement mide lo que las personas piensan. Es claridad y propósito. Está conectado con el área reflexiva y racional del cerebro y aporta dirección a las personas. Sin embargo, no es suficiente. Es necesario medir también lo que las personas sienten y a eso nos referimos cuando hablamos de felicidad en el trabajo.
En los capítulos anteriores detallamos las 4 dimensiones que tienen impacto directo en la felicidad de los trabajadores y que se relacionan con las áreas instintiva y emocional del cerebro. En este capítulo revisaremos 2 dimensiones que impactan en el engagement y que están relacionadas al área reflexiva del cerebro: Sentido y Propósito, y Desarrollo.
5. SENTIDO Y PROPÓSITO
El área del cerebro humano que ha evolucionado más recientemente es el córtex prefrontal. Gracias a ella somos capaces de aunar la inteligencia instintiva, emocional y racional para crear un sentido de totalidad (visión más amplia), de creatividad y de nosotros mismos.
Llevado al mundo del trabajo el sentido aporta información o una experiencia que es relevante para nuestro viaje vital. El sentido es un motivador interno que está relacionado con el valor y la importancia personales. El propósito en cambio aporta el para qué, nos da dirección y es más bien externo.
Nos centramos en 3 grandes áreas: Inspiración, compromiso y valores. La inspiración (que puede surgir interna o externamente) nos motiva a dar lo mejor de nosotros sin importar las dificultades que se puedan presentar. El compromiso permite vincularnos emocionalmente a una causa que tiene un significado personal y que aporta pertenencia, propósito y un nivel de energía superior. Y finalmente los valores, son guías emocionales que nos permiten conectarnos con otros y que son fundamentales para el trabajo en equipo.
6. DESARROLLO
Es el mundo de nuestras aspiraciones conscientes, nuestras esperanzas y sueños de realización personal. Crecer es algo que nos ofrece nuevas experiencias y que todos deseamos y necesitamos. En el mundo del trabajo abordamos 3 grandes temas: desarrollo personal, desarrollo profesional y desafíos.
En términos de desarrollo personal, necesitamos aprender y evolucionar. Esto potencia el compromiso y permite tener el cerebro en alerta, evitando el estancamiento y la inflexibilidad. El trabajo debe ser estimulante y energizante.
En términos de desarrollo profesional, la organización debe ofrecer oportunidades para progresar y poder desplegar todo nuestro potencial. Por ejemplo, las nuevas responsabilidades son una gran fuente de motivación sostenible que dan la sensación de progreso y de recompensa emocional que valida nuestros esfuerzos.
Por último, los desafíos nos sacan de nuestra zona de confort y comprometen nuestro máximo potencial para tener éxito. Esto debe equilibrarse adecuadamente, ya que en el modo extremo nos lleva al modo de supervivencia donde nos replegamos y nos resistimos al cambio o a las nuevas exigencias.
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