Por Pamela Teutsch Ortlieb, Directora Ejecutiva Beside Consultores® en colaboración con The Happiness Index©.

Sabemos que los trabajadores que están comprometidos y felices en su trabajo son más productivos (+31%), más innovadores (+300%),  tienen una menor rotación (-67%)  y en general tienen mejores resultados en un sinnúmero de indicadores. La pregunta entonces es ¿cómo hacerlo?

Gracias a la neurociencia aplicada al trabajo, identificamos 8 dimensiones que impactan directamente en el engagement y la felicidad, tal como se muestra en la figura.  En esta segunda publicación de una serie de 4 capítulos revisaremos las otras 2 dimensiones  que impactan en la felicidad de los trabajadores y que están relacionadas con el área emocional del cerebro: las relaciones positivas y el reconocimiento.

3. RELACIONES POSITIVAS

El cerebro emocional evolucionó con el propósito específico de cooperar y actuar en comunidad para poder sobrevivir. Su función principal es crear vínculos con otros y por esto, tenemos una profunda necesidad de establecer relaciones satisfactorias con las personas con las que pasamos más tiempo.

Lo anterior se aplica también en el trabajo. La necesidad emocional de construir relaciones es a todo nivel, con nuestros compañeros, nuestros superiores jerárquicos y con los equipos de los que formamos parte. La relación con compañeros de trabajo, tiene un impacto en la experiencia diaria, ofreciéndonos consuelo y apoyo o al contrario, incomodidad y rechazo. Relaciones positivas con el jefe directo establecen las bases para el éxito emocional. Y las relaciones positivas con los pares, generan sentido de empatía y de comunidad necesarios para potenciar la pertenencia y el vínculo emocional. 

Fomentar relaciones abiertas, honestas y significativas en el trabajo es clave para potenciar la felicidad de los trabajadores. Al contrario, la ausencia de ellas, fomentará lugares de trabajo tóxicos.

4. RECONOCIMIENTO

La necesidad de reconocimiento y de feedback está muy arraigada desde nuestros primeros años. Las señales emocionales nos dan dirección y experiencia, y esto se mantiene a lo largo de toda la vida. La retroalimentación no es sólo explícita, sino que incluye el ámbito de los comportamientos interactivos impulsados subconscientemente, que pueden desafiarnos o apoyarnos, estimularnos o deprimirnos. Necesitamos el feedback de los demás para entendernos a nosotros mismos y mantener nuestro camino personal. 

El reconocimiento es una de las necesidades humanas más importantes y, sin embargo, vemos que las organizaciones se quedan cortas en este aspecto. Necesitamos la validación emocional de quiénes somos y de lo que estamos experimentando; la sensación de ser escuchados nos ayuda a comprender nuestro impacto en la organización, tener retroalimentación de otros nos da sostenibilidad y crecimiento emocional, y sentirnos valorados nos valida emocionalmente.

No atender estos aspectos es una forma de privación sensorial y desestabiliza emocionalmente. Puede generar inseguridad respecto de quiénes somos y de nuestra importancia dentro del equipo o de la organización.

Cómo reconocer dependerá de cada equipo.  Por ejemplo, para algunos el reconocimiento público puede ser el mayor anhelo, mientras que para otros puede ser la peor pesadilla. Vale la pena escuchar y conocer al equipo para determinar la mejor forma de reconocer.

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https://www.beside.cl/2023/07/05/las-8-claves-para-entender-el-engagement-y-la-felicidad-en-el-trabajo-parte-3/

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