(Reflexión de Pamela Teutsch Ortlieb, Directora Ejecutiva de Beside® Consultores)

Hace pocos días celebramos el Día Internacional del Trabajo. Cada año escuchamos a notables estudiosos y filósofos haciendo contraste con las cifras, tasas de ocupación, brechas salariales y trato justo. Reconocemos también a los miles de emprendedores que decidieron tomar un camino diferente: aprovechar sus talentos y armar sus propios negocios. Y finalmente volvemos a hablar de la productividad. 

Y en todo esto, ¿dónde está el sentir de los trabajadores? ¿Qué es lo que los trabajadores quieren para su trabajo? ¿Qué es lo que las personas valoran para tener una mejor calidad de vida en el trabajo? 

En los últimos años, las organizaciones se han centrado en medir el nivel de engagement o compromiso, y esto está muy bien, pero no es suficiente.  El engagement permite entender lo que piensan los trabajadores, aporta dirección, claridad y propósito.  Es netamente racional y por esto deja fuera del análisis lo que los trabajadores sienten respecto a su trabajo y a su empleador.  

Las emociones y sentimientos no pueden seguir estando fuera del análisis  ya que forman parte importante de lo que pasa en el día a día.  No se pueden seguir ignorando.  Es más, las emociones aportan la energía necesaria para movilizar a las personas.  Visto desde la neurociencia, las emociones se procesan en 8 milisegundos.  Los pensamientos en cambio tardan el triple.

¿Cómo lo hacemos entonces?  ¿Cómo nos puede ayudar la neurociencia?

En términos muy simples, la neurociencia nos permite entender cómo funciona el cerebro.  Nos permite entender cómo se sienten las personas, cómo piensan las personas y en consecuencia cómo se comportan.  Nos entrega una visión completa de qué es lo que pasa en el trabajo sin que compitan los pensamientos con los sentimientos, sino que, todo lo contrario, se complementan en el análisis.

Desde 2018 trabajamos con The Happiness Index®, plataforma británica que mide el engagement y felicidad mediante la neurociencia aplicada al trabajo.  Analizamos las 4 áreas del cerebro: 

  1. Área Instintiva:  esto es, nuestras respuestas automáticas hacia nuestro entorno. Aquí consideramos la seguridad psicológica, la libertad en el trabajo (por ejemplo, libertad de ser uno mismo y de tener autonomía).
  2. Área Emocional: son las respuestas hacia otras personas y hacia el ambiente.  Aquí consideramos las relaciones positivas con otros y el reconocimiento.
  3. Área Racional: Es nuestro proceso interno de pensamiento que funciona a una velocidad más lenta y que nos permite reconsiderar nuestras opciones.  Aquí analizamos la claridad de nuestro rol y de nuestro trabajo, junto con el empoderamiento que tenemos para poder ser exitosos.
  4. Área Reflexiva:  es nuestra capacidad de dar un paso atrás para considerar nuestras respuestas instintivas, emocionales y racionales. Aquí analizamos las oportunidades de desarrollo y el sentido y propósito del trabajo.

Con esta metodología hemos visto que las empresas tienen un mejor conocimiento de sus equipos, logran una mejor comunicación, una mayor motivación y generan espacios que permiten aprovechar al máximo sus capacidades.  Porque no es lo mismo gestionar a un equipo instintivo que a uno emocional.  Tienen características diferentes, se motivan de distinta forma y tienen distintas fortalezas.

Con este modelo vemos cómo las organizaciones generan acciones que tienen un impacto real y permanente en los trabajadores.  Vemos cómo las empresas consideran lo que les importa a las personas y no solamente toman acciones sobre los factores que obtienen el resultado más bajo.

Y finalmente, hemos visto cómo esta estrategia de gestión genera una cultura con beneficios para todos.  Una excelente experiencia para el trabajador.  Una cultura saludable. Clientes satisfechos y resultados del negocio extraordinarios.

Es hora  de cambiar el paradigma y sumar una nueva mirada.  Las personas no podemos dejar de sentir en el trabajo y no solo eso, las emociones son la clave para movilizarnos.

Hagamos el análisis completo.  Mientras antes lo hagamos, antes entenderemos lo que realmente importa y podremos tomar acción sobre ello para marcar la diferencia.

Suscríbete a nuestro Newsletter Cultura Próspera con contenido exclusivo

Al suscribirte recibirás trimestralmente y en forma gratuita, nuestro newsletter con contenidos exclusivos en materia de neurociencia aplicada al trabajo, liderazgo, calidad de vida laboral y sugerencias para la gestión de personas con impacto en el negocio.

FELICIDADES, YA ESTÁS SUSCRITO!