Clive Hyland, Director de Neurosciencia, The Happiness Index.
Los desafíos de la pandemia y los cambios sociales crean un nivel de incertidumbre sin precedentes, que ponen a prueba la salud mental de todos nosotros. Los líderes están lidiando con esta incertidumbre, preocupados por el encierro, los efectos en la economía y la viabilidad permanente del negocio.
¿Cómo se puede crear un lugar de trabajo seguro y con flexibilidad sobre dónde, cuándo y cómo trabajar?
LAS EMOCIONES ESTÁN EN EL LUGAR DE TRABAJO
Las emociones son las sensaciones y la química que nos moviliza. Son el combustible esencial del comportamiento humano y cualquier intento de negarlas, no solo dejará pasar una gran oportunidad, sino que además causará problemas. Nuestras emociones existen, no las elegimos. La pregunta es, ¿qué hacemos con ellas?
¿QUÉ ES LA RESILIENCIA? ¿NACEMOS CON ELLA O SE PUEDE APRENDER?
Si bien todos nacemos con una predisposición a ser más o menos resilientes, la genética es solo el comienzo. Los genes se activan y desactivan a lo largo de nuestra vida. La clave en términos de resiliencia, es lo que aprendemos, especialmente durante los primeros tres años de nuestra vida. Es entonces cuando se crea una plantilla emocional en nuestro cerebro. Si nos animan, nos sentimos seguros y sentimos que el mundo puede ser seguro. Esto nos crea un nivel de resiliencia. Al contrario, si nos crían creyendo que el mundo es un lugar aterrador, estaremos enfocados en las amenazas y será difícil establecer un nivel de resiliencia para las experiencias futuras que enfrentemos.
¿CÓMO SE PUEDE CONSTRUIR LA RESILIENCIA Y EL BIENESTAR EN UNA CULTURA PRÓSPERA?
Las organizaciones deben potenciar una cultura que equilibre el desempeño con el bienestar del individuo. Las organizaciones que se enfocan mucho, o únicamente en el rendimiento, tendrán que repensar radicalmente su cultura. Ya no se puede operar en un paradigma en que las personas al mando mantienen el control y tienen todas las respuestas. El ritmo de cambio, la disponibilidad de información y la tecnología hacen que ese sea un modelo obsoleto. Los líderes de hoy deben colaborar con sus equipos para encontrar soluciones que hagan que sus organizaciones sean sostenibles a largo plazo.
Un buen líder sabe que él depende de las personas que lo rodean. Crear una cultura de escucha y comunicación abierta requiere mucho trabajo y no se construye en un solo día. Considere estos 3 pasos para convertir la escucha y la comunicación en un hábito:
1. Genere Sentido: brinde a su gente algo en qué creer y un sentido claro de dirección.
2. Construya Confianza: La confianza permitirá que su gente quiera participar y esté
más comprometida con la organización.
3. Desarrolle nuevos comportamientos mediante la creación de rutinas diarias.
El costo de oportunidad de hacer las cosas mal es enorme. Los líderes deben pensar en la sostenibilidad a largo plazo de su negocio y la resiliencia de su gente es un componente clave para lograrlo.